Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

lunes, 12 de octubre de 2015

La “elección civilizacional” de Rusia

La “elección civilizacional” de Rusia

Esta semana, Vladimir Putin y un nutrido número de dignatarios tanto nacionales como extranjeros, así como invitados al evento, han inaugurado la mezquita más grande de Europa; la nueva Gran Mezquita de Moscú. Este fue un gran evento, muy esperado por los varios miles de musulmanes rusos que viven en la capital rusa y quienes, en el pasado, no tenían otra opción más que hacer sus oraciones en la calle debido a la falta de una mezquita que fuera lo suficientemente grande para todos. La realidad es que la mayoría de los musulmanes que oraban en el centro de la ciudad de Moscú deseaban simplemente un local mas espacioso, ellos deseaban un reconocimiento oficial de su existencia y de su importancia para Rusia. Ahora, este tan esperado reconocimiento ha llegado finalmente y el centro de la famosa ciudad de Moscú presentará alminares dorados de 240 m de altura, los que elegantemente complementarán a las cupulas tradicionales de la iglesia Ortodoxa. Sin embargo, me gustaría esgrimir que este evento tiene una importancia aún mayor que el simple reconocimiento del rol del Islam en la Rusia moderna, creo que es la expresión de una profunda elección civilizacional.

Hemos escuchado mucho sobre “elección civilizacional” en el contexto de la guerra civil en Ucrania. La maquinaria propagandística del bloque occidental torció lo que era una lucha entre varios oligarcas en Ucrania en una “elección civilizacional”, en consecuencia se creó el slogan «Украина це Европа» (Ucrania es Europa). Lo que aquí se quiere implicar es que Ucrania forma parte del civilizado “occidente” mientras Rusia seria una suerte de remanso “asiático”, habitado por gente incapaz de comprender ni aceptar los llamados “valores europeos”, contra quienes los ucranianos “civilizados” necesitan sublevarse para asumir la defensa de Europa. Esto es simplemente un reciclado de la antigua noción de rusofobia del Marqués de Custine, quien de forma espléndida dijo: “Grattez le Russe, et vous verrez un Tartare” (rasque a un ruso y obtendrá un tártaro). Igualmente, Hitler también advirtió sobre la naturaleza “asiática” de los “sub-humanos rusos”. Paradójicamente, mientras estos rusófobos que nunca entendieron a Rusia, aún intuyeron algo muy real: el hecho de que aún habiendo sido Rusia gobernada por élites proclives a occidente, aún en el pasado reciente (vagamente entre los siglos XVIII y XXI), la mayor parte de la población rusa nunca se rindió a los procesos de desculturización impuestos por estos regentes y prefirieron fingir aceptación externamente, para internamente mantener sus raíces ancestrales, a nivel de su ethos.

Históricamente, Rusia ha sido el producto de tres factores principales: los rusos adoptan la mayor parte de su tronco étnico de los pobladores eslavos ancestrales de los territorios llamados Ucrania actualmente, su religión y su visión del mundo de la Cristiandad Ortodoxa heredada del Imperio Romano de Oriente (equivocadamente llamado bizantino en occidente) y su condición de Estado de la ocupación tártara, la cual unificó varias capitales en un Estado único. Ciertamente, desde Pedro I de Rusia, las élites (monárquicas y comunistas) han tratado de occidentalizar al pueblo ruso, pero desde la toma del poder por Putin esta tendencia se ha reducido. Esta es la razón por la cual Putin goza de un 80% de apoyo, encuesta tras encuesta, mientras las élites lo odian. Los eventos en Ucrania han acelerado este proceso: la pseudo “elección civilizacional” resultó convirtiéndose en una verdadera elección civilizacional, la cual ha tenido implicaciones que discutiremos aquí en profundidad, una de ellas siendo la inclusión del Islam como parte integral de Rusia.

En sí misma, esta aceptación del Islam como parte de Rusia no es nueva. El Zar Nicolás II, quién era un cristiano ortodoxo en extremo piadoso y quien ha comenzado a ser glorificado como un santo por la Iglesia Ortodoxa Rusa, personalmente eligió la ubicación central de la que se convertiría en la más grande mezquita de Europa, en medio de lo que entonces era la capital de Rusia, San Petersburgo. De modo que lo que Putin ha hecho es la directa continuación de lo que fue hecho antes de él.

Aún así, menos de 20 años después de dos guerras en los Balcanes (Bosnia y Kosovo) así como dos guerrras internas en Rusia (ambas en Chechenia) pocos habrían podido predecir que los musulmanes chechenos pelearían en defensa de los cristianos ortodoxos en Donbass y que Putin inauguraría la más grande mezquita de Europa a escasos pasos del Kremlin. La realidad, por supuesto es que éstas guerras no azuzaron a Rusia en contra del Islam, sino contra una muy específica rama del Islam sustentada por Arabia Saudita, el Islam wahabita, el mismo que es organizado y controlado por el imperio anglosionista.

En occidente escuchamos muchas veces decir que los “terroristas islámicos” matan cristianos en Siria, Yazidis en Iraq o incluso hindúes en India. En Rusia, sin embargo, la gente escucha con regularidad como los terroristas wahabíes asesinan a líderes musulmanes y personalidades (especialmente en el sur de Rusia) y como los wahabíes consideran a todos los demás musulmanes como infieles e idólatras. En otras palabras, los rusos no ven ningún “peligro musulmán” , pero sí uno “wahabí/tafkirí”.

Lo mismo ocurre con la historia. Mientras en occidente se nos dice que las Cruzadas enfrentaban a la Cristiandad con el Islam, en Rusia los cristianos ortodoxos recuerdan muy bien que ellos fueron puestos por los cruzados papistas en el mismo bando que los musulmanes, incluso muchos rusos recuerdan cómo el Papa ordenó una “Cruzada al Norte” para la destrucción de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Finalmente, incluso una mirada rápida a la historia de Ucrania les dice a los rusos todo lo que necesitan saber sobre como el Papado siempre ha perseguido a los seguidores del “cisma de Focio” (cristiandad ortodoxa) “ad majorem Dei gloriam” (por la mayor Gracia de Dios). En contraste, las relaciones entre los cristianos ortodoxos y los musulmanes han sido largamente duraderas y pacíficas. La gran excepción a esto ha sido el Imperio Otomano, el cual siempre ha perseguido obstinadamente a la cristiandad ortodoxa, pero este comportamiento siempre fue una característica otomana, no musulmana.

Cuando el Coronel General ( General de 3 Estrellas) Vladislav Achalov dijo “Православные и Православные всегда боговрямся!” (los ortodoxos y los creyentes siempre van a llegar a un entendimiento). Tiene razón. Mientras en un nivel dogmático el Islam y la Ortodoxia son fundamentalmente incompatibles (El Islam ve a Cristo como un hombre, y la Ortodoxia como Hijo de Dios y como Dios mismo), en un nivel cultural y social no hay ningún tipo de incompatibilidad. De hecho, ambas religiones comparten muchas visiones en común, especialmente en asuntos sociales de la vida diaria. No es coincidencia que la misma ciudad donde se aloja la mezquita más grande de Europa haya prohibido los desfiles del “orgullo gay” por los proximos 100 años.

Los recientes eventos en el medio oriente están también teniendo impacto en Rusia. Se escucha frecuentemente en los medios en Rusia y en la blogoesfera la idea de que “los sirios están exterminando a los terroristas wahabíes allá para que no tengamos que hacerlo aquí” y la mayor parte de la gente comprende que Daesh no es un problema del medio oriente, sino también una amenaza directa para el Caucaso y Asia Central. Tampoco los encargados de tomar las decisiones en Rusia se hacen ilusiones en cuanto a lo que pueda pasar en Afghanistan. Esta es la razón por la que la llamada barriga de Rusia se ha transformado en lo que yo llamo la barriga acorazada de Rusia.

Aún así, aunque los soldados rusos y las unidades especiales puedan matar miles de wahabíes, no existe una fuerza militar de tamaño tal, que pueda eliminar el wahabismo. Sólo el mismo Islam puede vencer al wahabismo. El ejemplo perfecto de esta realidad se encuentra en Chechenia. Donde los rusos ganaron la guerra, pero Akhmad y Ramzan Kadyrov realmente lograron la paz (aún hoy en día, los chechenos musulmanes mantienen las principales fuerzas de seguridad en Chechenia, mientras las Fuezas Federales se mantienen como una fuerza de reserva). Los rusos no demuestran ninguna preferencia en cuanto a cual lado del Islam sea el más adecuado para apoyar en contra del wahabismo, siempre y cuando sea alguno tradicional que no represente un peligro inminente e importante para alguien más. En Chechenia la mayoria de los musulmanes son sunitas, los iraníes y Hezbolá son chiítas, mientras el régimen en Siria es alawita. En cuanto a los más cercanos a Rusia, Kasakstan, la mayoria de su población es sunita. Rusia incluso explora las posibilidades, a pesar de las dificultades, de forjar lazos mas cercanos con Turquía, aún cuando los otomanos solían ser el segundo peor enemigo de la Cristiandad Ortodoxa (después del Papado).

El contraste con el imperio anglosionista no puede ser mayor. Mientras en occidente sus líderes políticos mayormente prefieren negar que el actual conflicto de occidente es enfrentar a occidente contra el Islam, la maquinaria de propaganda (Hollywood, TV, medios impresos, etc) demonizan claramente al Islam y a los musulmanes, en general. De la misma forma, la actual crisis de refugiados en Europa se interpreta frequentemente como una amenaza “islámica” opuesta a la” cristiandad” secular europea (pseudo y post cristiana, en realidad, por supuesto). Los racistas franceses han optado por culpar de todo al “Islam”, sin tomar en cuenta que los cristianos románicos y los gitanos tampoco han podido integrarse a la sociedad francesa.

En la CE los políticos se preguntan seriamente si acaso la hijab es compatible con los valores occidentales. Para los cristianos ortodoxos esto no es ningún quebradero de cabeza: quien entra a una iglesia ortodoxa verá que la mayoría de las mujeres se cubre la cabeza con pañuelos que se asemejan mucho a un hijab. También si se toma una muñeca tradicional rusa, una de las famosas matrioshkas, se detecta lo que las mujeres rusas usaron por siglos el mismo hijab antes que las élites las occidentalizaran. De hecho, las reglas de la modestia son prácticamente las mismas en el Islam y el Cristianismo Ortodoxo, de esta forma los hombres gustan de usar la barba. Lo que nunca se verá en la Crisitandad Ortodoxa son Niqabs Burka, ni siquiera en monasterios. Tampoco es usual esta práctica entre musulmanes rusos. Llegados a este punto, inevitablemente alguien preguntará acerca del alcohol, de manera que tomaré este tema aquí mismo.

Los rusos aún gustan de disfrutar de su alcohol, especialmente su tan apreciado Vodka, y no lo abandonarán de buena gana. Pero la mayoría de los rusos son perfectamente conscientes de los devastadores efectos que ha acarreado el abuso del alcohol, para la gente y la sociedad. De esta forma si no son forzados a abandonar su propio derecho a consumir alcohol, ellos respetarán a quienes, como los musulmanes, deciden no beberlo. Así, mientras este tema produce material para distracción en sociedad, en realidad no tiene mayor importancia, dado que los musulmanes nunca han tratado de imponer una prohibición de consumo a los no-musulmanes. Mencionemos una vez más, que Tatarstan o Chechenia no son Arabia Saudita (incluso en Grozny), la venta de alcohol está estrictamente regulada, pero no prohibida como en algunos países afines a EUA donde se aplica la “ley seca”.

La inauguración de la nueva Mezquita de Moscú es el símbolo de un fenómeno mucho mayor y profundo, el lento y constante acercamiento entre el mundo Ortodoxo e Islámico, es la expresión de una elección civilizacional rusa, la cual finalmente ha dado por terminada la ilusión de querer pertenecer al mundo occidental, en su lugar cambia su orientación hacia el sur (Medio Oriente), este (Siberia y China) y norte (Siberia y el Ártico) y, haciendo esto, vuelve a sus verdaderas raíces históricas, lo que yo llamo, el “remanso de la civilización rusa”, esas partes del continente Eurasiático afectadas e influenciadas por la cultura y la civilización rusas.

Nada de esto significa que Rusia deba necesariamente ser en ninguna forma hostil hacia occidente. Por supuesto, en tanto los anglosionistas continúen apoyando a los nazis en Ucrania y a los tafkiríes en el Medio Oriente, mientras continúen constantemente tratando de oprimir a Rusia económicamente y amenazándola militarmente, las relaciones seguirán tensas. Sin embargo, la mayoría de los rusos preferirá una relación amigable y de provecho mutuo con la UE. El sueño de una casa común desde el Atlántico hasta los Urales aún tiene muchos adeptos en Rusia. La triste realidad, sin embargo, es que los europeos parecen incapaces de levantarse ni siquiera por sus propios, pragmáticos, intereses nacionales. La forma en que la UE se dio a sí misma un tiro en el pié con las sanciones económicas contra Rusia, y la fantástica y estúpida guerra contra Gadafi, sólo demuestran al Kremlin que la UE no es más que una colonia sin voz. Estoy seguro que Rusia quisiera tener una relación amigable con Europa siempre y cuando la UE designada por los EUA y la OTAN fuera finalmente reemplazada por algo más europeo. Hasta que esto suceda los rusos sólo pueden esperar y atender a los múltiples retos y oportunidades que ofrece el resto del planeta. Sólo el tiempo demostrará si acaso “occidente” ha renunciado al largamente acariciado sueño de subyugar a Rusia de una u otra forma. Lo único que Rusia puede hacer es prepararse para lo peor y esperar lo mejor, abriendo su capital al mundo musulmán y cerrándola a los desfiles del “orgullo gay” y a las visitas del Papa.

The Saker

PS: sólo he tocado superficialmente el complejo tópico de Rusia y el Islam. Si acaso esto resulta ser de interés, recomiendo visitar y referirse a la siguiente serie de artículos.

http://thesaker.is/russia-and-islam-part-one-introduction-and-definitions/
http://thesaker.is/russia-and-islam-part-two-russian-orthodoxy/
http://thesaker.is/russia-and-islam-part-three-internal-russian-politics/
http://thesaker.is/russia-and-islam-part-four-islam-as-a-threat/
http://thesaker.is/russia-and-islam-part-five-islam-as-an-ally/
http://thesaker.is/russia-and-islam-part-six-the-kremlin/
http://thesaker.is/russia-and-islam-part-seven-the-weathermans-cop-out/
http://thesaker.is/russia-and-islam-part-eight-working-together-a-basic-how-to/
http://thesaker.is/replies-to-the-comments-posted-under-russia-and-islam-part-eight-working-together-a-basic-how-to/

Traducción de A M Araya

Fuente.

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